un hombre deseaba locamente volar,
a unas cuantas personas les parecía mal,
un hombre deseaba ardientemente la Revolución
y contra la opinión de la gendarmería
trepó sobre muros secos de lo debido,
abrió el pecho y sacándose
los alrededores de su corazón,
agitaba violentamente a una mujer,
volaba locamente por el techo del mundo
y los pueblos ardían, las banderas.
Fue por muchos conocido:
Quiso razonar y una mariposa abarcaba sus pensamientos.
Ansió gritar y una falena le atravesaba la garganta.
Deseó entonces morir y una borboleta le alegraba el corazón.
Dictaminó el sistema:
¡QUE SE MAME DE RUTINA!
Y vivió alienado para siempre...
¡Gracias, pero no gracias!
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